Cuando hablamos de Petra nos referimos a una ciudad directamente excavada y esculpida en piedra que ha sido encontrada en Jordania. Sí, es una auténtica maravilla arqueológica para los ojos. Inicia este breve recorrido por la historia de Petra, la ciudad de piedra.
Historia de Petra
El nombre de Petra hace honor a su construcción pues «petra» significa «piedra» en griego y es que esta construcción es una ciudad directamente excavada y esculpida en piedra.
No se sabe con exactitud cuándo fue construida, pero La ciudad perdida de Petra vivió su esplendor como capital del Imperio Nabateo desde el siglo I a.C., pero el paso de romanos y bizantinos moldeó el legado que aún hoy podemos visitar convirtiéndola en el mayor atractivo turístico de toda Jordania.
Petra, a partir del siglo IV a.C., llegó a ser una gran ciudad comercial por el enclave en el que estaba ubicado. Llegaban a confluir un total de siete rutas comerciales, entre Oriente y Occidente. El pueblo nabateo se estableció en Petra, pero ¿quiénes son ellos? Se trata de un pueblo nómada árabe que estaba completamente acostumbrado al saqueo de caravanas.
Se cree que Petra fue fundada como una ciudad funeraria, de hecho, los nabateos la bautizaron como la ciudad para el día de mañana. Por ello, las espectaculares fachadas esculpidas en Petra son tumbas. Mausoleos que se extienden hasta donde alcanza la vista y que se confunden con el color rosado de las montañas, piedra arenisca fácil de tallar pero fácilmente erosionable.
Una cosa que el pueblo nabateo tuvo muy en cuenta fueron los movimientos del sol a la hora de decidir construir sus edificios. Por ese mismo motivo, la mayoría de las construcciones más importantes de Petra se encuentran orientadas teniendo en cuenta tanto equinoccios como solsticios, así como otros acontecimientos astronómicos.
Excavación de Petra
Este lugar no fue construido, sino que fue excavado y esculpido directamente en la roca. De esta manera, se forma un auténtico conjunto absolutamente único por el que Petra fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985. Fueron trabajos complejos, sobre todo teniendo en cuenta que en esta ciudad llegaron a vivir más de 30.000 personas
Mucho por descubrir en Petra
El 80% de la ciudad sigue oculta bajo la arena. Por eso se le llama “ciudad perdida”. Debido a terremotos y tormentas de arena nadie supo de ella durante muchísimos siglos, concretamente desde el siglo VI d.C. cuando todos sus habitantes decidieron abandonarla. Este lugar quedó en el olvido durante mucho tiempo hasta que el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt lo redescubriera en el siglo XIX.
Características de Petra
La ciudad de piedra cuenta con una serie de lugares representativos como lo son el siq, el edificio del Tesoro, el Teatro romano y las Tumbas reales. La entrada a la ciudad se realiza a través del Siq, un estrecho cañón, de un kilómetro de longitud, rodeado por acantilados que se elevan hasta los 80 metros de altura. Los colores y las formaciones de las rocas son deslumbrantes. Al final del Siq se puede vislumbrar por primera vez la fachada llamada Al-Khazneh (el Tesoro). Una inmensa fachada, de 30 metros de ancho y 43 metros de alto, excavada en la cara rocosa de rosa pálido eclipsa todo a su alrededor. Se construyó en el Siglo I como la tumba de un importante rey nabateo y es una muestra del talento para la ingeniería de este antiguo pueblo.
Considerada una de las siete maravillas del mundo moderno, la Ciudad perdida de Petra es magnífica, tanto por la historia que hay detrás como por la belleza que derrocha. Conocer esta espectacular hazaña arqueológica nos remonta a vivir el pasado ingenioso de la humanidad.